jueves, 18 de diciembre de 2008

De marisopas y lumbrices

Solo un día tenían para encontrarse, la mariposa y la lombriz. Para encontrarse, quererse y perdonarse.
Era un pacto de otras vidas, y hay que decirlo, hay seres que jamás dejan de cumplir uno, tengan la forma que tengan.

Así eran la mariposa y la lombriz de tierra. Aunque una eligiera volar libremente y la otra esconderse en la tierra.
Al fin de su metamorfosis, la mariposa voló guiada por su instinto, recuerdo de otra vida, hasta la orilla del río. Y la encontró ahí, en un tarrito de lata, entre risas de niños pescando y perfume de margaritas silvestres.

Si las mariposas y las lombrices supieran sonreír, se hubieran reído a carcajadas. Y si tuvieran brazos, se hubieran confundido en un abrazo interminable.
Pero no hizo falta. Las patas de la mariposa aferradas a la lata y el viento detenido entre sus alas consumaron la alianza. Y eso era todo lo que necesitaban.

El pacto sellado tuvo más poder que todas las risas y todos los abrazos. Y en él se consumieron el efímero día de la mariposa y el sacrificio de la lombriz de tierra.
Desde entonces, cuando los hechizos funcionan, y los pactos se cumplen, las personas sienten un aleteo en el estómago. Y es el espíritu de la mariposa que habita en la gente, que le avisa al amante que por fin, ha encontrado a su lombriz.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Tiempo

De palabras desbocadas

De estado límbico del cuerpo y del alma

De urgencias viscerales desesperadas

De rock que se bebe y alas que se reparan

De caminos que retroceden sin sangre derramada

(No más que unas gotas propias como plegaria ofrendadas)

Tiempo de ahuyentar a carcajadas los susurros oscuros,

de recordarles que hay noches más luminosas que el día,

con la misma soberbia con que los ángeles los ignoran,

con la misma fertilidad de la tierra alimentando sus semillas.

Con la misma sonrisa confiada de los idiotas,

sabia, disfrazada de inocente, que desafía a la vida.

Tiempo de mirar al sol panza arriba,

cristal de color en un ojo

y huellas de sal en la mejilla.

Y aunque insista hurgando en los espejos

Ya no veo por aquí,

Perros lamiendo sus heridas.

martes, 25 de noviembre de 2008

Endorfinas, en versión anti-académica

Según una nueva teoría que está flotando en el éter y que acaba de ser canalizada en mi persona, cual medium cachavacha volando en un sahumerio, el bienestar y el placer tienen un sustrato químico: las endorfinas.
En mi humilde experiencia, todo depende de la presencia y cantidad de estas moléculas felices que, como todos los que son felices, hacen lo que se les da la gana. Así son, gorditas, rozagantes, atolondradas y explosivas. Son de color violeta, y viran al amarillo-naranja cuando saltan de neurona en neurona. Cuando explotan te obligan a la sonrisa, despiertan a las mariposas, y te convierten en un boludo alegre, que le rema a la vida con dos palitos de helado (célebre frase de mi amiga Mae). Te obligan a mirar con nostalgia al ser melancólico, oscuro, ácido y reflexivo que llevás años cultivando con dedicación y orgullo. Y se te cagan de risa. Son así, tiranas y adictivas.
En fin, acá va mi lista de cosas que las generan y/o las hacen explotar como fuegos artificiales (en breve va esquemita explicativo):
- un Marroc a las 3 de la mañana
- transpirar como una canilla rota (bue, sobre gustos...) después de dos horas de deporte, o de una maratón de "otro" estilo.
- las maratones de otro estilo
- el deporte (mejor si incluye muchas piñas y patadas, llaves y revolcones)
- encontrar un post nuevo en los blogs que me gustan
- las sorpresas de cumpleaños
- subir una montaña (cuando haga cumbre en el aconcagua, voy a morir de felicidad, literalmente)
- cerrar los ojos y no necesitar abrirlos para saber que lo que dejaste ahí, sigue estando (me salió la ñoña, que se le va a hacer)
- Ah! y escuchar "perro amor explota" hasta que me sangren los oídos.
Sugerencias?

lunes, 24 de noviembre de 2008

La tostada de la felicidad

No sé escribir sin dolor, sin preguntas, sin melancolía, sin cuestionamientos.
No sé como escribir el disfrute, el gozo, la tranquilidad, la diversión, ese estado "liviano" del alma que por suerte, hoy me invade. No sé como escribir el optimismo, ni la sonrisa autónoma en mi cara.
Por ahora, sólo tengo una imagen(poco poética):

Me siento como una rodaja de pan lactal recién sacada de la tostadora.

(por si no se entiende, lo que es muy problable, el aroma de una tostada bien hecha es augurio de un muy buen día, aún cuando yo ni siquiera desayuno)

Y estoy dispuesta a hincarle el diente.

W

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Cumpleaños Feliz

Tuve fiesta sorpresa de cumpleaños. Estuvo bárbara. Hubo globos, dulces y regalos.
Estuvieron el Gato Vagabundo, Mae, Claudio, Ana y Onírica.
Gracias Gato por pensar en mí y poner la casa! Fue un cumple hermoso. Pavada de figurita me cambió esta vez...
Para ver fotos de la fiesta, click acá

jueves, 30 de octubre de 2008

Sepultada por la cotidianeidad

Hoy tengo un día de aquellos. Una pluma me parece un elefante.
En mi casa no hay una canilla que no pierda. Salvo una, que parece que ya desperdició toda el agua del planeta porque no larga ni una gota y se queja con un uhhhhhhhh que me taladra los tímpanos cada vez que la abro. La luz del baño titila como si fuera un boliche; no me puedo poner el tapa-ojeras sin quedar como Michael Jackson en Thriller. Estoy cuasi-incomunicada porque CLARO conspira contra mí y no me carga crédito aunque haya pagado. El tel fijo tiene la batería gastada y no la consigo. Al puff le falta relleno y se me clavan los huesos en el piso cuando me acuesto. No sé que carajo es un router inalámbrico que tengo que comprar para que mi notebook también tenga internet. La hiedra de mi ventana tiene pulgones y hace tres días que sufre sin que yo le ponga insecticida (o pulgonicida, o algo). Voy tres veces por semana al kinesiólogo y mi tendinitis no mejora. Y tengo un agujero en el estómago.
Las nimiedades me aplastan. Y no, no me consuela pensar que otros la pasan mal en serio. Eso ya lo sé, y hoy, me importa un carajo. Y me enferma sonar como un tango, aunque sea electrónico.
He dicho. Carajo.

PD: se abre este espacio para depositar quejas variadas de cosas pelotudas que nos joden la vida.

martes, 28 de octubre de 2008

sin música...

Un día de éstos, debería recuperar la llave
que me tiene cautiva en tu ausencia.
Dar cuerda a las agujas congeladas y desiertas,
y a fuerza de herejía, rogarte me la devuelvas.
Reavivar la herida,
hacerla sangrar hasta la última gota oscura
de esta fuente de ácido y lágrimas que me brota cada día.

Después, debería secar los puños empapados,
y aprender a respirar de nuevo.
Debería, por fin, abandonar los fucking agujeros,
olvidar jazmines comprados y los besos en la frente
que intentaron consolar mis miedos.

Y olvidar de vos mi pertenencia.
Y vaciar mi cama de toda tu ausencia.
(vaciarla de todas las ausencias)
Y volver a dormir entre sábanas,
desatarle sus cadenas.
Soportar en mis caderas a la puta y a la dama,
y encontrar quien pueda bailar con ellas.

jueves, 16 de octubre de 2008

Cuando el pelotudo es uno...

Era un paciente HIV positivo, viejo conocido del servicio de infectología. Ya había pasado por la mayoría de mis compañeros, así que lo heredé como quien hereda la ropa usada de un hermano mayor. Creés que la conocés de memoria, pero no sabés dónde ajusta, ni dónde se traba el cierre. Y le vas conociendo esos detalles con el uso. Sobre la marcha. Como me pasó con Santiago.

Yo intentaba explicarle cómo tomar un tratamiento complicado, ya que no le habían funcionado las opciones más sencillas. Mi explicación incluía horarios estrictos, toma de la medicación con alimentos grasos para mejor absorción de la droga, ingesta de líquido abundante. Hasta tuve la precaución de hacerle dibujitos en un recetario con la forma de las pastillas y los horarios, porque me quedó claro que apenas sabía leer. Se lo hice repetir varias veces hasta que me pareció que había entendido.

Finalmente, cuando lo estaba despidiendo, ví que rengueaba un poco y le pedí que me dejara revisarlo, porque no se había quejado de nada durante la consulta. Ví que tenía una úlcera venosa infectada, le dí muestras de antibióticos y le hice una curación.
- Ahora cuando llegue a su casa, pone la pierna en alto. Y trate de caminar lo menos posible.
A modo de respuesta, sólo bajó la mirada.
- Se va caminando ahora? Vive muy lejos?
- No doctora, paro acá nomás, en la plaza de Las Heras y Salguero.

Y ahí me acordé de los horarios, el líquido y la comida rica en grasas. Y me sentí una pelotuda. Una pelotuda triste.

sábado, 11 de octubre de 2008

'ta que lo parió

Sonamos, me encariñé con la albahaca y ahora no la puedo usar para cocinar.
Carajo.


Wakapinka

martes, 7 de octubre de 2008

El romance del tulipán y la albahaca: Poesía barata

Como otros amores condenados,

el romance heterogéneo no prosperó

La albahaca entendió que el tulipán era un narciso,

y el cactus la consoló.

Me quiere mucho, poquito, nada...,

el tulipán se deshojó.

-Qué pretendían finalmente?

-Que cantara en el balcón?

-En una vida tulipana no se aprenden muchas cosas,

- Mi ADN sólo busca admiración.

Ella mira los brotes germinando alrededor

y se pregunta si serán sanos y fragantes,

y si tendrán color.

sábado, 27 de septiembre de 2008

Viernes de chicas: "Mujeres que corren con los lobos"

"... El patito feo va de un lado para otro en busca de un lugar donde descansar. Aunque el instinto que nos indica adónde tenemos que ir no esté plenamente desarrollado, el instinto que nos induce a seguir vagando hasta encontrar lo que necesitamos se mantiene intacto. No obstante, en el síndrome del patito feo hay a veces una especie de patología. Uno sigue llamando a las puertas que no debe, a pesar de constarle que no tendría que hacerlo. Cuesta imaginar que una persona pueda saber qué puertas son las equivocadas cuando nunca ha sabido lo que era una puerta apropiada. Sin embargo, las puertas equivocadas son las causantes de que una persona se vuelva a sentir una vez más una proscrita.
Esta "búsqueda del amor en todos los lugares equivocados" es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida -repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad- para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
Es algo así como aplicarse una ridícula medicina en la nariz cuando uno se ha hecho un corte en el brazo. Las distintas mujeres eligen distintas clases de "medicinas equivocadas". Algunas eligen las que son visiblemente equivocadas como las malas compañías o los vicios Y caprichos perjudiciales o nocivos para el alma, cosas que primero elevan a la mujer y después la derriban al suelo en menos de lo que canta un gallo..."


Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés

domingo, 14 de septiembre de 2008

El romance del tulipán y la albahaca


En mi ventana, el tulipán y la albahaca, tienen un affair.
Él llegó hace unos días, erguido, sofisticado, insolentemente rojo. Dispuesto a ser el rey de la ventana.
Ella ya estaba ahí, humilde, fresca, aromática, adolescente.
Empezó a mirarlo desde abajo, de reojo, atravesada por su atrevida belleza.
A los pocos días, cuando dejó de sentirse importante, él descubrió la fragancia hogareña y servicial de la albahaca.
Ignoró al cactus que los separa, y ahora la seduce con historias de savia apasionada, mientras ella madura sus verdes aromas penetrantes.
Saben que es un romance de estación, que durará sólo hasta que el verano porteño lo abrase a él y yo la deshoje a ella en mi plato.
Mientras tanto, conviven unidos en fotosíntesis, a partir del mismo sol, el mismo agua y el mismo aire.
Por ahora, orgullosa mi ventana, luce tulipán sonrojado y perfume de albahaca enamorada.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Viernes de chicas: "Mujeres que corren con los lobos"

"...Para conservar su conexión con lo salvaje la mujer tiene que preguntarse qué es lo que quiere. Es la separación de las semillas mezcladas con la tierra. Una de las más importantes distinciones que podemos hacer es la que corresponde a las cosas que nos atraen y las cosas que necesita nuestra alma.
Y eso se hace de la siguiente manera: Imaginemos un bufé con cuencos de crema batida, bandejas de salmón, panecillos, rosbif, macedonia de fruta, enchiladas verdes, arroces, salsa curry, yogures y toda suerte de platos para muchísimos invitados. Imaginemos que la mujer echa un vistazo, ve ciertas cosas que la atraen y se dice: "Me gustaría tomar un poco de esto, un poco de aquello y un poco de lo otro."
Algunos hombres y mujeres toman las decisiones de su vida de esta manera. A nuestro alrededor hay todo un mundo que nos llama constantemente, que penetra nuestras vidas y despierta y crea apetitos donde apenas había ninguno. En esta clase de elección, elegimos una cosa por el simple hecho de tenerla delante de nuestras narices en aquel momento. No es necesariamente lo que queremos, pero nos parece interesante y, cuánto más la miramos, más nos atrae.
Cuando estamos unidas al yo instintivo, al alma de lo femenino que es lo natural y salvaje, en lugar de contemplar lo que casualmente tenemos delante, nos preguntamos: "¿Qué es lo que me apetece?" Sin mirar nada de lo que hay afuera, miramos hacia dentro y nos preguntamos:"¿Qué quiero? ¿Qué deseo en este momento?" (....) Por regla general, la respuesta no tarda en llegar. (......)
Lo que hay en el bufé? Puede que sí y puede que no. En la mayoría de los casos, probablemente no. Tendremos que buscar un poco, a veces durante bastante tiempo. Pero, al final, lo encontraremos, y nos alegraremos de haber sondeado nuestros más profundos anhelos..."


Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Uno que se delira mal... (pero bien, eh)

(click en la foto para agrandar)

Journey of the wounded healer, Alex Grey, 1984-85

martes, 9 de septiembre de 2008

Historias tuberculosas-2da parte

Historias tuberculosas-1ra parte acá

Hoy me llamó Enrique. Y me acordé de lo que quería seguir escribiendo. Espero encontrar las palabras.

Enrique fue uno de mis pacientes, pero no uno de tantos. Después de su diagnóstico, fortuito y a destiempo, Enrique hizo una elección inesperada, y eso me hizo diferente.
Enrique pudo haberse enojado, quejado, indignado, cuestionado todo. El tiempo, la desidia, el olvido, la irresponsabilidad, la negligencia hospitalaria. Pudo haber demandado al laboratorio, al hospital, a su médica de cabecera, a mí.
Pero Enrique decidió confiar, perdonar, y ponerse en mis manos. Enrique decidió que yo, desde entonces, sería su Ángel de la Guarda.
Una vez curada su tuberculosis (hace ya 5 años), no me dejó salirme de su vida. Y no se salió de la mía. Me rastreó cuando cambié de hospital, cuando me fui a vivir lejos y también cuando dejé la medicina. Finalmente cruzó la barrera de mi contestador y de mi correo electrónico, que llena de mails en cadena que nunca leo, pero que borro con una sonrisa. Cada cumpleaños y cada Navidad, él me llama para recordarme que soy su Ángel de la Guarda.
No parece entender que fue él quien me encontró a mí esa mañana en el hospital. De hecho, ni le importa.
Y acá viene lo extraño. Cada vez que Enrique me llama, no puedo explicar porqué, me pierdo en el recuerdo del primer libro que leí en mi vida, “Luz en la Selva”, de la amarilla colección Robin Hood.
Ese libro cuenta la historia de Albert Schweitzer, teólogo, filósofo, músico y médico, que se recluyó en el África asistiendo por años a la enfermedad y la miseria. Ese libro es de esos recuerdos que se huelen, y tiene olor a vocación.
Y Enrique, cuando me dice: “mi Ángel de la Guarda”, me recuerda a todo eso. Me recuerda a mí.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Lo que soy

Soy lo que busco.
Porque buscar es mi sino, mi necesidad.
Porque buscar me emociona y me retuerce las tripas.
Me obliga y me libera.
Me hunde, me desangra y me recrea.
Busco cazando, pescando y recolectando.
Luciérnagas, huesos y semillas.
Libros, sueños, experiencias
Busco hurgando en el barro con sangre en las uñas.
Busco borracha de olor a jazmines y chupándome los dedos que asaltaron el panal.
Busco en viajes iniciáticos y en el sonido espiritual de los cuencos.
Busco fotografiando el sendero que dejan las hormigas.
También busco en el roble sabor del vino, y en el humo del cigarrillo.
En el sonido sabio de una voz querida.
Y en la templanza de una mirada luminosa.
Busco mirándome al espejo. Y al corazón.
Busco en el cáncer, ajeno y propio. Individual y de millones.
Busco cocinando místicas recetas que nunca quedan bien.
A veces me agoto, me aplasto, me entumezco.
Y resucito para volver al camino, luego de una siesta en el asiento de atrás.
Y sigo buscando. Hasta que encuentre.
Y entonces, seguiré buscando.

sábado, 30 de agosto de 2008

Viernes de chicas: "Mujeres que corren con los lobos"

"... La mujer que recupera la intuición y los poderes "yaguianos*" llega a un punto en el que quiere desecharlos, pues, ¿de qué sirve ver y saber todas estas cosas? La luz de la calavera* no tiene compasión. Bajo su esplendor, los ancianos son unos viejos; lo bello es lujuriante; el tonto es un necio; los que estan bebidos son unos borrachos; los desleales son infieles; las cosas increíbles son milagros. La luz de la calavera ve lo que ve. Es una luz eterna colocada directamente delante de una mujer como una presencia que la precede y regresa para comunicarle lo que ha descubierto más adelante. Es su perpetua exploración ..."

(*)los poderes yaguianos y la luz de la calavera, son elementos del relato previo, que por razones de espacio, formato y copyright, no puedo transcribir aquí. Pero puedo aclarar que los distintos componentes del cuento representan características de la psique de una sola persona, en este caso una mujer. Y los poderes yaguianos (Babá Yagá es una bruja del cuento) y la luz de la calavera son representaciones del poder femenino, de la naturaleza salvaje, de lo intuitivo.

Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés

jueves, 28 de agosto de 2008

Reporte del clima

Te gustaban las metáforas marítimas, así que un día te subí a un barco (era más bien un bote), y te pedí que zarparas.
Me aseguraste que no habría corriente capaz de arrastrarte mar adentro, pero nunca supe si era verdad. Nunca volví a mirar esa playa.
Sabía que necesitabas arenas menos huracanadas que las mías para arraigarte.
Y a mí, tu clima siempre calmo a veces me extasiaba. Me pacificaba, me suavizaba, me unificaba. Y entonces me sublevaba y anhelaba el estallido, el trueno y el relámpago; añorando ser áspera, volátil y errática otra vez. Necesitando un vendaval que me estrellara en mil cristales sobre las pieles indefensas. Un torbellino que me embriagara, me descontrolara, me descompusiera.
Y ahora, mucho tiempo después, atracás otra vez en mi puerta. Son tiempos de bonanza, de claridad, es cierto.
Pero entonces me pregunto: Seré capaz de soportar tanta paz?
Tanta?

Wakapinka

lunes, 25 de agosto de 2008

Corazón roto

Hace un par de días una gran amiga tuvo una desilusión amorosa, de las grandes. Sintió que había perdido abruptamente, todo el terreno ganado en los últimos meses, que habían sido de recuperación. Al día siguiente me contó que había soñado que estaba en terapia intensiva, con un IAM (infarto agudo de miocardio) e insuficiencia valvular aguda (que es cuando se rompe – literalmente- una válvula del corazón).
Me quedé pensando en los sueños. No entiendo de psicología, pero dicen que los sueños son representaciones del inconsciente, como mensajes encriptados. Sin embargo, me llamó la atención que en este caso, el mensaje no podía ser más explícito: se soñó con el corazón roto. Realmente roto. Un corazón débil, carente de fuerza, falto de la energía suficiente para dar sangre al resto del cuerpo.Un miocardio que no puede apretar la vida e impulsarla al resto del organismo. Un corazón donde las células se van muriendo por la falta de oxígeno, y además, lo hacen dolorosamente.Una válvula rota es como un dique roto, pero invertido. La sangre regurgita entre las cavidades del corazón, se desborda, se desordena, y el corazón se sobrecarga, y se ahoga. No puede manejar tanto volumen, tanto dolor.
También reparé en que no se soñó muerta, sino internada en terapia intensiva. Un lugar donde se recupera a los pacientes críticos. Un lugar donde “te bancan”, suplen tus funciones vitales, y si hace falta, te alimentan, respiran y hasta laten por vos.
Disculpen por la terminología técnica, pero en determinados momentos, la medicina me ayuda entender la vida (y a veces me la confunde) más que cualquier otra cosa.
Y a vos, Pirita querida, espero que tu corazón se cure y deje de doler. Y acá estaremos (o donde vos quieras), dándote de comer, alcanzándote pañuelos y acompañándote en silencio (o diciendo boludeces) y si hace falta, respirando y latiendo por vos. Hasta que puedas volver a hacerlo, vos solita.
Wakapinka

viernes, 22 de agosto de 2008

Viernes de chicas: "Mujeres que corren con los lobos"

..."Una mujer sana se parece mucho a una loba: robusta, colmada, tan poderosa como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa, leal, en constante movimiento. En cambio, la separación de la naturaleza salvaje provoca que la personalidad de una mujer adelgace, se debilite y adquiera un carácter espectral y fantasmagórico. No estamos hechas para ser unas criaturas enclenques de cabello frágil, incapaces de pegar un salto, de perseguir, dar a luz y crear una vida". Cuando las vidas de las mujeres se quedan estancadas o se llenan de aburrimiento, es hora de que emerja la mujer salvaje; es hora de que la función creadora de la psique inunde el delta.
¿Cómo influye la Mujer Salvaje en las mujeres? Teniéndola a ella por aliada, jefa, modelo y maestra, vemos no a través de dos ojos sino a través de los ojos de la intuición, que tiene muchos. Cuando afirmamos nuestra intuición somos como la noche estrellada: contemplamos el mundo a través de miles de ojos"...

Extraído de "Mujeres que corren con los lobos" , de Clarissa Pinkola Estés.


martes, 19 de agosto de 2008

Paciencia

Si no vienes hacia mí, no tengo previsto acercarme.
Si tus labios no me invitan, los míos no se convertirán en miel que te endulce, ni en bálsamo para curarte.
Si tu alma lo requiere, mantendré distancia prudencial de toda tu música. Ni una sola nota sonará sin tu permiso, sin tu necesidad.
Si así lo deseas, dejaré pasar esta vida, y otra, y cuantas más dicte tu omnisciente corazón, aunque yo crea que el mío sabe más de esto.
No es falta de valor ni de templanza mi paciencia. No es frío de miedo lo que me detiene.
Es que enamorarte, seducirte, cautivarte, se me antoja sacrílego y vil. Como secar un lago sagrado, talar un árbol milenario o arrancar una fruta del árbol antes de su transformación alquímica. Como morderla y probar un agua dudosa, apenas saborizada, en lugar de un néctar maduro, consistente y embriagador, que inunde los sentidos y la consciencia.
Y entonces, al final de los tiempos, cuando ya estés listo, y lo comprendas todo, yo haré un ritual de fuego a tus pies, y danzaré como una machi en trance. Y celebraré nuestra re-unión, como lo hago ahora, como lo hice siempre.
Wakapinka

lunes, 18 de agosto de 2008

Viernes de chicas: " Mujeres que corren con los lobos"

Hoy inauguro una nueva sección del blog que daré en llamar "Viernes de chicas".
Ya sé que hoy no viernes, pero por cuestiones logísticas no pude postear antes, y no quiero esperar hasta el viernes próximo.
Pero a partir ahora, cada viernes voy a transcribir uno o dos párrafos de un libro que a mí se me antoja alquímico, porque siento que con sólo leerlo produce transformaciones mágicas, de esencia, imperceptibles al ojo, pero sustancialmente profundas en el interior.
La autora es una "psicoanalista junguiana, poeta, cantadora y guardiana de antiguos relatos", como se define a sí misma. El libro está estructurado en forma de cuentos tradicionales de distintas culturas, pueblos o tribus, seguidos de un análisis posterior de la significancia del relato sobre la psique femenina.
Pero no sólo de psicología habla este libro, sino también de filosofía, poesía y espiritualidad (aunque suene raro todo esto en la misma oración). Invita a que la mujer recupere el contacto profundo con su naturaleza salvaje, su intuición, el modelo arquetípico femenino, en resumen, su YO interior.
La primera entrega va especialmente dedicada a Mae, si no lo conoce, presiento que este libro le va a gustar. También va dedicada a cualquier mujer que pase por aquí y su instinto la detenga a leer algún parrafo. Y por qué no? A cualquier hombre que sea capaz de espiar el alma femenina, y resistir a lo que ve.
Ahí va:
"... Los lobos sanos y las mujeres sanas comparten ciertas características psíquicas: una aguda percepción, un espíritu lúdico y una elevada capacidad de afecto. Los lobos y las mujeres son sociables e inquisitivos por naturaleza y están dotados de una gran fuerza y resistencia. Son también extremadamente intuitivos y se preocupan con fervor por sus vástagos, sus parejas y su manada. Son expertos en el arte de adaptarse a las circunstancias siempre cambiantes y son fieramente leales y valientes.
Y, sin embargo, ambos han sido perseguidos, hostigados y falsamente acusados de ser voraces, taimados y demasiados agresivos y de valer menos que sus detractores. Han sido el blanco de aquellos que no sólo quisieran limpiar la selva sino también el territorio salvaje de la psique, sofocando lo instintivo hasta el punto de no dejar ni rasto de él. La depredación que ejercen sobre los lobos y las mujeres aquellos que no los comprenden es sorprendentemente similar..."
(Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés)

martes, 12 de agosto de 2008

Sugerencia

Te invito
A llenarnos de suspiros para aliviar el placer
A mirar como en cada exhalación mi deseo se diluye, se renueva, se incrementa, se hunde en las vísceras y se libera en un vapor cargado de aromas que se condensa en mis dedos y humedece tus labios sedientos
Te invito
A mi necesidad de encontrarte y aflojarme en tu cuerpo, como un niño dormido en brazos de su madre, igual de confiado, igual de sereno
Me propongo
Como un pan de arcilla listo para ser modelado por tu aliento; blando, suave, ilimitado e incorpóreo
Dispuesta a ir adonde quieras llevarme, a dejar que me marques, me dañes, me suavices. A que dejes tu impronta en mi barro. A que mi cuerpo se modele según tu forma, sin más voluntad que la de contenerte
Te invito
A deshacerme entre tus dedos, a ensuciar tu piel y quedar bajo tus uñas
Y haber sido, por una noche, tu deseo, tu imagen, tu creación.

domingo, 3 de agosto de 2008

Y ahora...."Asesinos por naturaleza"

Mi relación con la marengo es complicada.
Sí, Rocío Marengo, la de la tele. Una que bailó o cantó, o algo, con Tinelli. Una que le pulula a los programas de chimento como mosca a la miel. Ufa!... una rubia, con tetas, que por 5 minutos de "fama bailando" sacó una "canción"...
Ya sé que hay como 50 con la misma descripción, pero si buscás en Google, seguro encontrás una foto y la ubicás.
En realidad debería aclarar que tenemos una "relación telefónica". Y absurda. No nos conocemos, (gracias a Dios!), pero parece que compartimos un número de celular parecido.
Desde hace 1 año más o menos, en su rubia cabecita loca comenzó a hacer corto una sinapsis, y empezó a confundir mi número celular con el suyo. Tal vez una gota de tintura difundió hasta su cerebro liquefacto y le decoloró un par de dígitos de su memoria. No sé. Lo cierto es que luego de cada revolcón mediático suyo, mi teléfono se prende fuego (ok, es una exageración, tampoco la llaman taaanto) recibiendo llamadas de algún productor de tal o cual chimentoso programa de la tarde. No sé porqué todos empiezan con "In": Intrusos, Intocables...Insoportables (no hay uno que se llama así?)
Llegado este punto, debo aclarar que me jacto de ser una persona tolerante, y hago gala de mi respeto por la forma de vida que elija cada uno. Salvo cuando me invaden por teléfono. En la lista de las pocas cosas que "intolero", la número 1 es, sin dudas, que me llame por teléfono un desconocido. Y si además de que me molestaron, ni siquiera era para mí, les deseo ferviente y sinceramente que caigan las 7 plagas de Egipto sobre sus cabezas y las almas de sus ancestros. Los mensajes de texto caen en la misma categoría que los llamados.
Domingo a la tarde, recibo un txt de número desconocido, que transcribo a continuación:
"Rocio veni con tu auto ya te guarde cochera. Rafa de canal 9"
En medio de un domingo con amenaza de granizo sobre mi cabeza, recibir un mensaje para la marengo, fue casi surrealista. Como dormirte en "Mulholland Drive" y despertarte en "Quién mató a Roger Rabbit?". Me puse furiosa, nadie tiene derecho a arruinarte una depresión digna, oscura, macabra y maravillosamente guionada por David Lynch. Mucho menos si la interrupción te mete en un mundo de caricaturas curvilíneas de voces empalagosas, dibujadas por la pluma de un fantasioso machista adolescente.
Me odié por mi desgastado cerebro incapaz de imaginar una respuesta ingeniosa o una venganza efectiva y letal. Hubiera querido ser pariente lejana de La peleadora y tener alguno de sus genes para insultar con elegancia.
Ni siquiera se me ocurrió algo como aquella vez que la llamaron del programa de la canosa y les dije que Rocío se comunicaba con ellos apenas salía del consultorio del médico que le estaba revisando las hemorroides.
Así que contesté simplemente:
"decile a la marengo que use su media neurona en memorizar su número de teléfono, porque ya me cansé de ser su telefonista"
No recibí respuesta, obvio. Pero me fuí hasta el video amigo y saqué "Asesinos por naturaleza", en busca de ideas...

Wakapinka

sábado, 2 de agosto de 2008

Viviendo en Mulholland Drive

A veces siento que mi vida es como una película de David Lynch: confusa, lúgubre, tenebrosa, enroscada, intrincada, contradictoria, agobiante, sin salida, bizarra, incomprensible. Siento que no importa cuántas veces la re-viva, la re-vea, la analice, la recorra, la retroceda, la camine, la imagine, la desenmarañe, la desate, la pregunte, la consulte, la compare, me involucre. No importa lo que haga, la punta del interminable ovillo no aparece y la presión en el pecho no afloja. No. No. Y no.
Estaré condenada a vivir en Mulholland Drive irremediablemente, sin saber si soy la víctima o el asesino, si estoy viviendo en el pasado o si el futuro ya me sucedió.

Wakapinka

martes, 29 de julio de 2008

Historias tuberculosas - 1ra parte

Eran mis últimos años de residencia, una época que identifico como una nebulosa de cansancio crónico instalado en el cuerpo. Como si fuera un boletín de entregas semestrales, cada vez que miraba hacia atrás, ya habían pasado 6 meses de mi vida. Me transformaba cotidianamente pero sólo registraba los cambios cada tanto. Y cuando lo hacía, me maravillaba la transformación de médica inexperta e insegura a eficiente especialista en formación. Me sentía crecida, madura, tal vez un poquito soberbia.

Un día fui a hacer una interconsulta al segundo piso. Varón de sesenta y pico, neumonía. Llevaba unos cuantos días internado, su neumonía había evolucionado bien, así que mi intervención fue cuestión de unos pocos ajustes y recomendaciones. Supongo que habremos charlado un poco y nos habremos caído mutuamente bien. No recuerdo tanto. Al día siguiente, alta, y control posterior con su médica de cabecera.

Pasó un año. Esa mañana yo caminaba apurada hacia el laboratorio, por un pasillo del hospital atestado de gente. Para esas alturas de mi carrera, yo ya había aprendido que si estás en un hospital y llevás puesto un guardapolvo blanco, lo mejor es caminar a paso rápido y mirando hacia abajo, so pena de quedar dirigiendo el tránsito hospitalario en el hall central. Llevar guardapolvo (o ambo, para el caso es lo mismo) y una cara amable, es suficiente para detenerte cada 5 pasos a contestar dónde queda el Laboratorio, Rayos o Anatomía Patológica, o si hay alguna forma de evitar hacer cola a las 4 de la mañana para sacar un turno de Ginecología. Nunca falta quien, sin conocerte, te estira unos resultados de laboratorio, con mirada ansiosa y preocupada, y te pregunta si están bien.
Así es como uno adopta la “filosofía de bar”, anticipa quién le va a pedir algo, y rápidamente corre la vista y lo ignora, así nomás. Igualito a un mozo cuando le querés pedir la cuenta.

Pero ese día, alguien me detuvo. Sentí que una mano me tomaba del antebrazo.

- Doctora (........) –(me llamó por mi nombre de pila)

Levanté la vista.

- Enrique (..........) -dije su nombre y apellido completo, un poco sorprendida de recordarlos.

Rápidamente, en ese espacio sin tiempo que tienen los pensamientos reflejos, recordé la sucesión de eventos del año anterior.
Aproximadamente 2 meses después de su alta, entre los informes del laboratorio, yo había encontrado uno de Enrique. Era un reporte de microbiología, con diagnóstico indudable de tuberculosis.

-Yo (un año atrás): - Avisaron de esta tuberculosis?
-Microbióloga: - Si, ya mandamos el informe al piso de Clínica.
-Yo: - Pero el paciente no está internado, se fue de alta hace dos meses.
-Microbióloga: - Sí, me dijo el jefe de residentes. Y se comprometió a entregarle el informe a su médica de cabecera - se la veía un tanto molesta.
-Yo: - Seguro?
-Microbióloga: - Sí, yo hablé personalmente - ya estaba evidentemente molesta.

Seguí con mis cosas. Y me olvidé del tema.

Ahora, 1 año después, Enrique me sostenía del brazo y me miraba sonriente.

- Enrique, cómo le va? – Y sin esperar respuesta: - Cómo anduvo con el tratamiento de la tuberculosis?
- Qué tratamiento, doctora? -contestó, sorprendido pero aún sonriente.
Supongo que debió haber pensado que lo confundía con otro paciente. Yo también dudé.

- Hace un tiempo, después de su internación, no le dieron un tratamiento con muchas pastillas, durante 6 meses?
- No, doctora. Tomo la misma medicación de siempre, que me da la Dra. (.........). No ando muy bien, pero bueno, esta enfermedad es así…

Enrique tiene Artritis Reumatoidea desde hace muchos años, más de 30. La enfermedad le ha corroído las articulaciones, se las ha deformado. También le ha dañado los riñones. Y la columna. Pero por sobre todas cosas, su enfermedad le produce muchísimo dolor. Enrique está acostumbrado a sentir dolor, sin condolerse de sí mismo. Enrique está acostumbrado a sufrir, y a sonreír.
Ese día, mientras esperaba una aclaración de mi parte, también sonreía. Volví a dudar. Entonces lo acompañé a un banco al costado del pasillo, tomándole la mano que aún tenía apoyada en mi brazo.

- Enrique, me espera un segundito sentado acá? No se vaya.

Entré al laboratorio y demoré aproximadamente una hora en conseguir los libros que necesitaba, de un año atrás. Yo estaba en lo cierto, era él. Y era tuberculosis.
...continuará...

lunes, 28 de julio de 2008

El lado oscuro de mi corazón

6.04 AM. Suena el despertador. Nunca entendí para qué lo pongo tan temprano. Tampoco los 4 minutos pasadas las 6, debe ser que no me gustan los números redondos. Con un golpe dismétrico lo silencio, sabiendo que va a sonar 4 veces más cada 10 minutos, antes de que logre despertarme. Mafalda interrumpe su ronquido entre mis brazos, me mira y empieza a ronronear. Sabe que éste es su momento exclusivo de mimos, y lo disfruta. Este rato de fiaca obligada, de duermevela de abrazos entre patas y brazos, hasta que logro levantarme y llego tambaleante a la cocina. Escucha el rebote de las piedritas en su plato y aparece bostezando, mientras yo soporto la náusea que me provoca el olor del balanceado cada mañana.
Camino al baño, veo la cama de reojo y solo pienso en hundirme en la frazada polar naranja otra vez, y dormirme de nuevo en penumbras hasta despertarme esta vez sin despertador, para volver a dormirme, y despertarme algún día, cuando vuelva a tener ganas. De algo.
-Pero ese es un tipo de lujo que los melancólicos no podemos darnos. No, Mafalda? Ya conocemos lo peligroso que es...
Con eso en la cabeza y el cepillo de dientes en la boca, pongo la pava en el fuego, enciendo la computadora, la música, el televisor, y comienzo a vestirme para ir a trabajar.
Wakapinka

sábado, 26 de julio de 2008

Cansancio

Llego a casa y desarmo la cama donde ayer dormimos, transpiramos, nos reímos. Me miro otra vez, desnuda y verdadera. Y serenamente me confieso la verdad más descarnada: no hay sorpresas, todo era previsible, mediato, inevitable. Innecesario.
Ahora otra vez, a soportar estoicamente las consecuencias de haber jugado a un juego del que conozco las reglas, pero que no tiene objetivo, y al parecer, tampoco final. Atisba el miedo de despertar otra vez recordando mi cara cubierta de llagas en el espejo, como se mostraba en el pasado mi alma, en sueños. Y aunque esta vez los protagonistas, incluso yo, no seamos los mismos, la memoria de mi cuerpo no lo puede discernir. Porque a un alma extenuada le duelen hasta dolores que ni cotizan como tales, que no son intensos por el hoy, sino por la resonancia del ayer. Y como mujer, soporto el dolor en el alma, y las huellas en el cuerpo.

Wakapinka

sábado, 12 de julio de 2008

Palermo y el tren (o la noche de los sunchos ausentes...)

Fue tan lindo verte de nuevo.
Estabas lejos cuando te divisé. Mis nudillos golpeateaban rítmicamente la ventanilla cerrada mientras adentro del auto vibraba “Pulse” en cada superficie. Esperaba que pasara el tren, al igual que varias decenas de autos parados a mi alrededor. Afuera se respiraba excitación y ajetreo palermitano de viernes por la noche. Desde los autos vecinos, ojos muy maquillados buscaban otras miradas furtivas, tratando de conectar. Mi mirada, a su vez, vagabundeaba aburrida por ese escenario, cuando te ví. No alcancé a distinguir que eras vos a esa distancia, pero mis ojos te siguieron mientras te volvías más y más nítido. Sonreí al reconocerte, comprendiendo porqué mi mirada se había prendido de vos una cuadra atrás.
Venías caminando tranquilo, con la mirada baja y una media sonrisa que descubrí debajo de la barbita que volviste a dejarte crecer. Sonreí también al verla, porque tu sonrisa es contagiosa. Me quedé viéndote, mientras te acercabas casi en línea recta a mi coche. Me sentí como un voyeur, consciente de que sólo yo estaba mirando. Mis ojos se devoraron cada detalle, mientras mi cerebro reparaba desesperadamente el rompecabezas de tu imagen, colocando piezas nuevas en las celdas ya borrosas por el tiempo, que sólo habían quedado ocupadas por la emoción de tu recuerdo.
No pude verte los ojos, no me miraste. Al pasar por mi lado, mi coche fue para vos otro de tantos coches grises en la marea de tránsito porteño. No reparaste en la mirada furtiva, sin maquillar, que te seguía húmedamente desde su interior.
Necesité visceralmente un cigarrillo que no tenía, apenas te alejaste unos metros. Y en un acto irreflexivo, apreté la bocina mientras te observaba por el retrovisor. Fue sólo un toque, indeciso, tímido, dudoso, como lo era mi intención de que me vieras. No entendiste que era para vos. O no lo escuchaste, bajo el estruendo del tren que pasaba en ese mismo momento. Creo que respiré aliviada.
No llegué a ver tu mirada luminosa. No lo lamenté, porque era lo único que aún conservaba intacto en mi memoria. Ahora tu imagen está otra vez completa en mi retina, gracias al tren.
Dios, necesito un cigarrillo más.
Wakapinka

lunes, 7 de julio de 2008

Condoms for oral sex?: The real facts o... "la verdá de la milanesa..."

No hay que ser un erudito en la materia para saber que toda la literatura relacionada a la prevención del SIDA recomienda el uso de preservativos para el sexo oral. Los números que justifican la recomendación son variables según la fuente, pero aún así contundentes (tratándose de VIH, qué porcentaje de riesgo dirías que es "aceptable"?)
Tampoco hace falta ser muy lúcido para intuir que muy poca gente cumple tal recomendación (aún cuando sí cumplan todas las demás prácticas recomendadas). Basta con hacer un rápido paneo entre conocidos y amigos medianamente sinceros (y si sos un sincero compulsivo, repasar tu “propia cama”)
NADIE LO USA PARA SEXO ORAL. Por incómodo, poco sexy o poco “sabroso”. Algún otro diría que por negligentes, irresponsables, temerarios o desinformados. O porque elegimos “aceptar el riesgo” de un “riesgo bajo”. Tal vez también porque los números son confusos, es como una gran bolsa de gatos, con muchas variables… Hombre/Mujer, Mujer/Hombre, Mujer/Mujer, Hombre/Hombre, con fluído, sin fluído, etc. Pero no quiero ponerme reflexiva antes de ver los resultados de la encuesta.
Así que, a ver si nos animamos a contestar honestamente:

1) Edad:
a) 15-24 b) 25-39 c) 40 o más

2) Número de veces que usaste preservativo para sexo oral en tu vida (dar o recibir)
a) Nunca ( 0%) b) Siempre (100%) c) Menos de 10 veces d) Más de 10 veces

3) Porcentaje de veces que usaste preservativo para sexo oral en el último año (dar o recibir)
a) Nunca ( 0%) b) 1-30% c) 31 – 50% d) 51- 70% e) 71-99% f) Siempre (100%)

4) Porcentaje de veces que usás preservativos para otras formas de sexo (distintas de sexo oral)
a) Nunca ( 0%) b) 1-30% c) 31 – 50% d) 51- 70% e) 71-99% f) Siempre (100%)

No se pongan paranoicos ni se deliren con teorías conspirativas. Pueden contestar anónimamente y nadie nunca va a saber quiénes son (yo apenas si sé manejar una planilla de excel!!)
Es solo un juego de sinceridad, que espero jueguen conmigo.

Wakapinka

Delirios con nueva piel

Blog mutando, cambiando de piel, pero manteniendo su unidad temática, que es, precisamente, no tener ninguna...
Lo que va saliendo, fluyendo, lo que va naciendo o se va modificando... como la vida misma.
Ahora tiene flores de loto en el fondo (gracias a Ale que me lo mandó!), con colores más vivos.
Para los hindúes, la flor del loto representa pureza y transmutación. Porque crece en el fango putrefacto y maloliente, y como si no le importara nada, se eleva con un gran tallo y da una flor bellísima y perfumada.
Que disfruten de nuestra nueva piel.

Wakapinka

viernes, 27 de junio de 2008

Las distintas formas de la sinceridad II

Los seres humanos tenemos la mala costumbre de exponernos reiteradamente a la misma situación, que nos genera el mismo sentimiento y que, obviamente, deviene en el mismo Síntoma. A pesar de eso, somos conscientes que probablemente volvamos a reincidir algunas veces más antes de darnos por vencidos. Todo depende de nuestro umbral para el dolor, o de cuán tercos seamos. A simple vista, podría parecer que estoy hablando de un defecto (o varios: estupidez, tozudez, etc), aquello de tropezar dos veces con la misma piedra…
Sin embargo, creo que la diferencia está ahí, en ser conscientes en el preciso instante de estar ingresando otra vez al tobogán sin retorno. Si somos conscientes, y aún así lo elegimos, se convierte en un acto de fe, de confianza, de optimismo. Apostás todas tu fichas a que esta vez va a salir “tu número”. Y eso no está tan mal, che… Aunque después la bola caiga otra vez en el 13 (o en el 17…!)
Pero por lo menos así, la carátula cambia, y tal vez un estúpido optimista se divierte más que un estúpido a secas.
Escucho ofertas.

Wakapinka

jueves, 26 de junio de 2008

Las distintas formas de la sinceridad

-Porqué no decís lo que pensás? -preguntó.
-Siempre cuidando de no herir al otro... -continuó.
-No me interesa que te enteres -contesté- No lo hago de buena, sino de egoísta.

Wakapinka

domingo, 22 de junio de 2008

Dicen que agradecer está bueno...

Hoy me levanté “agradecida”… Y eso que no ha sido un día del todo bueno (y un amigo diría: comparado con qué?)
Así que voy a agradecer:
- A todos los que me han “hecho sufrir” (desde una cosmovisión limitada y ultra-simplificada), porque seguramente lo que sufrió fue mi ego, y eso me ayudará a dominarlo.
- A mi hermana, por decirme: estar con vos, es como estar conmigo misma, pero acompañada (no importa si se entiende o no, es código de hermanas. Tiene que ver con la tolerancia y no con la simbiosis)
- A R y A, cuyas vidas son un campo de entrenamiento en maternidad para la mía. Tal es el amor y la responsabilidad que siento hacia ellas.
- A mi viejo, que me hizo aprender que no importa cuán en desacuerdo estés con alguien, el amor incondicional es inevitable. Es probable que nunca estemos de acuerdo, pero no puedo evitar amarlo.
- A mi madre, instrumento del destino, sobre cuyo molde he dibujado mi figura de mujer. Agregando, quitando, modificando y hasta mutando “atributos” o “defectos”. No creo que se reconozca mucho de ella en mí ahora, pero sigue estando en mis cimientos.
- A P, con quien fundimos cielos e infiernos en un huracán de pasiones, tan enaltecedoras como destructivas. Lo que quedó, al menos de mí, es este Ser del que no reniego, más maduro y renovado, un poco más sabio y prudente.
- A R, que fue mi faro, mi tabla de salvación y mi collar de ahorque durante tanto tiempo. Y que supo "soltarme" cuando fue necesario.
- A algunos de mis pacientes (hoy amigos), que me probaron que la sanación del alma ocurre aún cuando uno equivoque el tratamiento médico, y que es la única sanación duradera.
- A los hombres que no me amaron, porque continuar en la búsqueda del amor me condujo a lugares maravillosos del espíritu.
- A mis compañeras de laburo, porque compartir la jornada con ellas es creativo, divertido, enriquecedor y confortante. Porque construimos una “tribu urbana” sin caciques ni guerreros, aunque cada tanto alguna se convierte en chamán para calmar los dolores del resto….
- Por último, a B, a quién hace mucho tiempo no veo y tal vez ya nunca más veré. Porque es probable que su paso por mi vida haya sido sólo para iluminar mi alma y despertar mi espíritu. Tal vez estuvo ahí sólo para hacerme desear su mismo brillo en mi mirada. Y funcionó.
Seguramente, debería adjuntar algunas solicitudes de perdón a la lista precedente. Pero no tengo ganas, hoy es el día de dar las GRACIAS, para las disculpas tendrán que esperar.
Wakapinka

viernes, 20 de junio de 2008

El camino del conocimiento

"El problema central, Arjuna, radica en el deseo y en la falta de paz interior. El deseo de recoger los frutos de las propias acciones genera preocupación por el fracaso, y esto da por resultado una mente vacilante. Preocupado por los frutos de tus obras, te evadirás del presente hacia un futuro imaginario y por lo general temible. Entonces, tu ansiedad te privará de energía y, para agravar aún más las cosas, caerás en la inacción y la pereza."
Extraído de "El Bhagavad Gita para todos", de Jack Hawley. Una versión "friendly" del Gita para Occidente...Gracias!

sábado, 14 de junio de 2008

Cierro los ojos y veo....

...un delirio tras otro. Algunos son recuerdos, otros flashes futuristas. Una foto caminando sobre el agua. Beso dulce de mirador nocturno. Noche de plaza con mosquitos y mate mal improvisado. Horas y horas de diálogo ocultista. Pink floyd y café del mar sonando en el estéreo. Risas más videos bizarros y ochentosos de VH1.
Nice dress esa noche, electricidad en los dedos, la guerra de almohadas. En mi retina, tu imagen cada vez menos nítida, menos luminosa, casi estenopeica. Mi emoción, intensa y actual. El tiempo no existe, dijiste. Y es verdad. Todo tan vigente, y tan inasequible.

sábado, 7 de junio de 2008

Avísenle a Calamaro!!

Crónicas Ballenianas
(reporte para la Comisión Internacional Ballenera)

Para la fecha estimada, la flota de Ballenas Francas Australes a mi cargo arribó a las costas de Puerto Madryn, en la Península de Valdéz.
Todo se desarrolla según lo previsto y nuestros whaleen-agers están dando rienda suelta a sus instintos reproductores. Salvo algunas escaramuzas entre machos alfa, ningún otro evento reportable. El krill argentino sigue tan sabroso y nutritivo como siempre, y los efectos de sus bien conocidos poderes afrodisíacos se verán el año próximo.
Nuestras hembras preñadas más precoces ya comenzaron a parir y esto es un alivio, porque algunas de ellas ya flotaban a duras penas. Los pequeños ballenatos están en plena etapa de lactancia y aprendizaje natatorio.
Sin embargo, un hecho inusual ha sido registrado por una avanzada de ballenas mientras realizaba su tarea exploratoria. Un extraño objeto fue avistado cerca de la costa argentina. Era una especie de burbuja gigante y translúcida, parecida a nada que hayamos visto antes. En su interior, se encontraba una criatura extraña, con algunas características de Humano, pero sin la piel negra reluciente y la trompa espiralada que conocemos. Tampoco tenía la burbuja dorsal con la que creemos que ellos respiran. Tenía unas algas negras en la cabeza, y las aletas de sus patas no parecían estar aún desarrolladas para nadar.
Al intentar acercarse, nuestro grupo fue espantado por un raro sonido proveniente de la burbuja y que parecía estar emitiendo la criatura, la cual se encontraba agitada y gesticulaba mucho.
Creemos que el hallazgo se trata de un Huevo de Humano, en fases tempranas de desarrollo o alguna nueva especie mutante emparentada con los Humanos que conocemos. Tal vez estaba abandonado y el sonido era un llamado desesperado a su madre.
Creemos que este descubrimiento es de gran importancia para la comunidad cientifica marina, ya nunca antes habían sido hallados indicios de la forma de reproducción de los Humanos.
Es evidente que, si este fuera el caso, hay especimenes de Humanos de porte muy superior a los que conocemos, capaces de poner huevos de semejante tamaño. Este es un hecho de preocupación, ya que, dado el comportamiento errático y depredador tan característico de los Humanos, la existencia de especímenes de grandes dimensiones, podría poner en serio peligro el equilibrio del ecosistema.
Firmado: FRANKA, la Ballena Austral

Hay que decirlo

http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=3364

La nota, su repercusión y los comentarios, tan antagónicos entre sí y aún así razonables ( en algunos casos), motivaron este post. No pude resistirlo.
Será la primera y única perorata pseudo-feminista defendiendo la posición de las mujeres solas y sin hijos. Prometido.
Sin críticas mordaces ni golpes bajos, también prometido.
Llevo un tiempo largo meditando estas cosas, y no creo hablar desde el resentimiento. Soy de las que le encantaría enamorarse otra vez y ser correspondida (aunque lo admito, tal vez no en los términos de los cuentos de hadas). También me gustaría tener hijos, tal vez… Y he aprendido a disfrutar de la maternidad ajena (siempre y cuando no me obliguen)
Estoy rodeada de mujeres maravillosas, intentando ser excelentes madres, con vocación o sin ella. Algunas son madres por default, como dice Bazán, para otras, fue una elección consciente. Casi todas ellas han encontrado en la maternidad “lo mejor que les pasó en la vida”. Y les creo. Ser madres, lo hayan elegido o no, se convirtió en su centro, su motivo, su sentido, el punto cero de su mandala.
Podemos también discutir cuán consciente es la elección de la maternidad en nuestra aldea… El camino marcado “es ese”, si te separás de él, en letras chiquitas dice: “por favor explique”. De la misma manera, para los que vamos “por colectora”, debo reconocer que esa opción no siempre fue elegida conscientemente. A veces también llegamos ahí por default. No nos salió otra cosa, o mejor dicho, no nos salió tener hijos.
En mis días de furia, me explotan las sienes cuando escucho: …tenés que tener hijos, no sabés lo que te perdés…, o “tenés que pasar por la experiencia”. La última frase la dijo hace un tiempo una de mis amigas más queridas, uno de los últimos bastiones no velados por las hormonas de la maternidad que me quedaba. Sólo con escucharla, sentí una soledad enorme, no porque ya estuviera "del otro lado”, sino porque ya había decidido que ése lado era el mejor (no sólo para ella, sino para todas)
Camino por la vida tolerando esa miradita de reojo, con un toque de pena…
Pooobre…tan liiiinda, tan inteligeeeente, tan simpáaaaatica…y taaaan sola. Como si la compañía de un hombre le diera sentido a tu vida. “No sos”, hasta que el príncipe viene a rescatarte y entonces “empezás a ser”.
Pero estar sola tiene una connotación adicional. No tiene que ver únicamente con una mirada de “pooooooooobre”, sino que implica además “no tenés hijos” o no estás en posición de tenerlos. Entonces, además de sola, sos cuasi estéril. Sos como menos persona…
Y me pregunto... Qué creen que pasa si no tengo hijos? Soy peor persona? Mi vida no tiene sentido? No contribuyo a mejorar el mundo? Iba a tener un hijo que encontrara la cura del cáncer y no me enteré?
En fin, sólo pido tolerancia, sólo pido que todos entendamos que el solo hecho de tener un útero no implica que necesariamente haya que usarlo (todos tenemos un cerebro y mucha gente ni siquiera lo usa! jaja).
Entendamos que no todos leímos el mismo libreto al nacer, y en el mío, el capítulo “maternidad”, decía “tal vez”. Sin embargo, mi libreto estaba tan completo como el de todos, y también tenía un final feliz.

Wakapinka

domingo, 18 de mayo de 2008

Aunque no lo entiendas

"Sois demasiado complacientes con las divagaciones
de vuestra mente, y ella crea a su antojo"

Aunque no lo creas, aunque no lo entiendas,
"Ella" no es quien te conduce, no es tu maestro,
no eres su esclavo, ni siquiera eres su creación.
Sólo que "Tú" y "Ella" actúan como si lo fuera.
Sólo mientras sigas creyendo que sus rejas existen.
Sólo hasta entonces.
Wakapinka

viernes, 9 de mayo de 2008

Colibríes - Datos curiosos

Son aves exclusivas de América. Entre sus especies está el ave más pequeña del mundo, el "Picaflor Abeja de Cuba" (Mellisuga helenae), pesa 2 gramos y mide 5 cms (pero más de la mitad del cuerpo son pico y cola). El colibrí más grande es el "Colibrí Gigante de los Andes" (Patagona gigas), pesa 21 gramos y mide ...20 cms!!
Lo más característico es su "vuelo suspendido", ya que el batir de sus alas es tan rápido que se hace casi imperceptible al ojo humano. El colibrí común bate a 30 por segundo, pero otras especies llegan a 80 batidas por segundo y producen una vibración audible muy aguda. El movimiento es como el de las aspas de un helicóptero, pero verticalmente, y lo hacen gracias a la fuerza de sus músculos pectorales.
Se alimentan del néctar de las flores y de pequeños insectos que vuelan o se encuentran dentro de la corolas de las flores. Su mejor herramienta es el pico, que adopta la forma de las flores a las que poliniza cada especie. A través de su lengua, que suele medir el doble del pico y que es extensible, bífida y con pelos en la punta, succionan el néctar valiéndose de una estructura tubular al costado de la misma.
No son maravillosos?
Más novedades en el próximo boletín


Wakapinka

miércoles, 7 de mayo de 2008

La magia del color


Me encantan los colibríes. De hecho, Wakapinka es un vocablo quechua que significa "colibrí pequeño".
Tienen algo mágico, etéreo, magnético... como si todos ellos estuvieran específicamente diseñados para desafiar nuestras leyes físicas y mostrarnos que hay mucho más detrás de lo que vemos.
Hacen todas esas piruetas inverosímiles, y parece que pudieran suspender el tiempo, cuando están polinizando. Como si en esa función les fuera la vida, la realizan con destreza y pasión. Son energía en movimiento con un único objetivo, que no es alimentarse, sino polinizar.
Tienen un efecto hipnótico en mí cuando aparecen, me quedo extasiada y sin respirar para no perderme un solo movimiento, ni un destello de color. Sólo vuelvo a respirar mientras cambian de planta, o cuando desaparecen...
Jamás ví un colibrí muerto, entonces fantaseo con que además son inmortales, y que tienen una misión encomendada por Dios, desde tiempos inmemoriales. La misión de mostrarnos que podemos realizar nuestra labor de vida con pasión y energía, desplegando belleza y colores a nuestro alrededor.


Wakapinka.

miércoles, 30 de abril de 2008

One Prayer

Ayer me colgué en una mega-librería... Entré para chusmear un poquito y salí 2 horas y media más tarde. Tenía uno de esos espacios donde te podés sentar a leer o a hojear los libros, buena música, bastante silencio... Un buen combo.

Como siempre me pasa en esos lugares, me pongo a mirar libros de fotografía que nunca me voy a comprar (por el precio, principalmente). También suelo leer páginas aisladas de libros que tengo agendados para más adelante (una vez que termine los doscientos cincuenta que tengo en cola), o me fascino con alguno nuevo que descubro y no puedo evitar comprar.

Pero ayer flasheé con un libro de fotos, todas blanco y negro, de gente en distintos lugares del mundo con cierto misticismo (la India, el Tíbet, poblaciones originarias americanas, etc). Se llama "One Prayer" (cuando me acuerde el autor, lo anoto). Pero lo que más me impactó fue la frase del prólogo:

"Mirar, Señor, es mi oración..."
Supongo que a veces nuestra actividad en la vida es el principio mismo de nuestra existencia. Otras veces, la razón de nuestra existencia se vale de nuestra actividad, para alcanzar algo más grande... Pero es sólo mi verdad (y en este momento), cada uno encontrará la suya.
Wakapinka

martes, 29 de abril de 2008

Time Out

Quién tiene tiempo para escribir, cuándo hay tanto por aprender?

Igual, hasta eso es relativo....porque el tiempo no existe....

Y eso sí que es una buena noticia.

Wakapinka

miércoles, 9 de abril de 2008

"Decluttering" del alma

Siempre creí que despedirse no es fácil. De cosas, de situaciones, de hábitos, de ilusiones, mucho menos de personas. Tal vez tenga que ver con mi necesidad de apego y mi limitado entendimiento del tiempo.

Pero cuando algo cambia en uno, hay que reconocerlo. Y aplaudirse. Y agradecer/Se. Poder soltar/se, dejar/se ir. Sin llenarse de angustia, de dudas, de arrepentimiento, de miedo a lo “irreversible”. Dejarse ir, respirando hondo y sintiendo que está bien así, que nada debe ser forzado a permanecer. Te hace sentir libre, un poquito etéreo.

Hace un tiempo empecé un proceso de “liberación sistematizada” de cosas materiales, de situaciones, de relaciones, de conductas, de personas. No fue algo meditado, pensado o programado, no fue el resultado de la terapia (si hasta me desprendí del analista!). Comenzó a suceder de forma espontánea, imparable, como un parto. Sin más ni menos, la naturaleza abriéndose paso de forma dolorosa, casi violenta, hacia una nueva forma de vida.

Y vaya si dolió. Una parte de mí pasó semanas enteras llorando, intentando volver al viejo esquema, retorciéndose como una serpiente, resistiendo a desvanecerse. Sin embargo, la parte de mí que me impulsaba se mantuvo íntegra, incólume, enfocada, supo buscar ayuda, consuelo, “catalizadores”, supo dejarse acariciar y querer para atravesar el “mal momento” (si es que le cabe la expresión).

Sé que esto recién comienza, que habrá avances y retrocesos, remansos y estancamientos, hasta que deje de andar en puntas de pie y pueda caminar con toda la planta apoyada en la tierra (y la cabeza en el cielo...)

Una amiga me enseñó un término en inglés para definir los procesos de “limpieza/desacumulación” de cosas materiales: “decluttering”. Me encantó la palabra. Me gusta pensar que es aplicable a la vida misma, y que estoy haciendo un “decluttering del alma”, que estoy “desacumulando”, para desde el vacío, volver a crear.

sábado, 5 de abril de 2008

Las molestas mosquitas de la fruta


Hace unos días me invadieron, sin previo aviso. Volví de viaje y ellas se habían instalado en mi hábitat, decidiendo que yo debía compartirlo sin chistar.
Mientras fueron sólo una o dos, y limitadas al territorio de la cocina, las toleré de mala gana, aunque no evité algún golpe traicionero cuando las tenía al alcance. Pero la cosa se desmadró a los pocos días… No pudieron evitar su instinto reproductor, o tal vez asumieron que el hecho de no haberlas combatido activamente significaba que yo estaba encantada con su presencia!
No way… en el mismo momento en que me encontré abriendo un ojo en medio de una situación romántica, sólo para verificar que ninguna estaba rondando la cabeza de mi acompañante, decidí que la política de “tolerancia cero” sería mi próxima estrategia.
Como si fuera poco estar pendiente de que ningún pelito se le hubiera escapado a la epilady, de oler bien, de parecer sexy, tenía que estar vigilando atentamente que el susodicho no reparara en la pequeña mosquita bebé que se había posado en el borde de la copa de vino servida para la ocasión! Mientras con un ojo vigilaba la copa, distraía la atención del sujeto en cuestión para que no percibiera a la pequeña alimaña, a riesgo de quedar como una sucia/dejada/descuidada/propietaria de un harén de mosquitas negras insolentes. Si todo lo que había querido hacer era ser tolerante con la naturaleza!!
Al día siguiente, se escuchó el llamado de los cuernos de guerra anti-insectos. Y aquí comenzó el problema en serio. Son indestructibles, así de sencillo.
Se rieron de mí con su psicótico vuelo danzante mientras trataba de embocarlas con un spray de insecticida. Mi gata me compadecía desde un rincón, sin intenciones de participar en la matanza, que obviamente terminó conmigo escupiendo los pulmones por la boca.
Después opté por la persecución personalizada. Pasé horas con un trapo en la mano, buscándolas una a una por los rincones, siguiendo durante interminables minutos su danza frenética hasta que se asentaban en alguna superficie, para asestarles un golpe. Estoy convencida que encontraron el juego muy divertido, estimulante, y nada peligroso... Son rápidas, atléticas y sádicas, y se reproducen como….moscas.
Lo probé todo, pastillas insecticidas, sahumerios, vinagre, bolsitas con agua colgadas de la ventana, cuanta sugerencia estúpida e inútil encontré en internet, pero ellas siguieron colonizando mi hogar como si fuera el paraíso prometido por el Dios de las Moscas.
Ahora estoy a punto de darme por vencida y hasta dudo de mi salud mental… esta mañana me encontré dialogando con ellas, negociando espacios y momentos permitidos. Les pedí que no salieran de la cocina y que no me importunaran cuando tengo visitas. También les rogué que mantengan una población estable, que no sigan reproduciéndose en forma exponencial. Y que si en algún momento encuentran un hábitat mejor, se marchen sin despedirse.
Vamos a ver cómo nos va.

sábado, 29 de marzo de 2008

Recuerdos de ruta

Ya las horas varada en la ruta no son lo mismo que ayer. Porque tu esencia estalló en mi vida y se instaló en mi ser. Sorprendida y anhelante repaso los minutos, las horas…no hay medida del tiempo que pueda explicar tu marca.

Puedo ser capaz de mirar desde afuera mis manos dudosas, mi mente inquieta, mi inseguridad palpitante. Y aún así, una parte de mí está plácidamente sentada, con las piernas cruzadas, fumando un cigarrillo, mientras contempla sin sorpresa el resultado del deseo transformado en realidad. Esa parte de mí que tiene manos arrugadas, que lo sabe todo y que me trajo hasta aquí; a veces a mi pesar, contra mi voluntad, ignorando mis limitaciones. Esa parte de mí que sabía que no podría resistir a tu presencia sin rendirme, haciendo vanos los esfuerzos de tantos años de vivir, de endurecer, de alejar, de poder. Sonríe tierna y socarronamente, al advertirme rendida, difusa, confundida…y dichosa.

Y me sigo debatiendo entre la dicha y la duda, pero mi cuerpo y mi mente responden sólo a tu recuerdo hoy. Y agradecen cada uno de tus besos, cada mirada silenciosa y profunda, cada suspiro aliviado, cada chasquido de tu lengua en mi oído. Cada beso quieto, contenido, sostenido y tembloroso es revivido, trayendo una bocanada de sangre al lugar donde fue depositado. Mi cabeza se inclina hacia atrás, tironeada por el recuerdo de tu mano en mi pelo. Y un latigazo de aromas despierta mi cerebro, como si alguna molécula perdida de tu piel se hubiera escondido en mis resquicios, para soltarse en oleadas y traerme un poco de vos cuando no estás.

Las horas y los piquetes siguen pasando, aprovecho alguno para dormitar, otro para escribir… Ya no me son tediosos, son la excusa para encontrarme un ratito más con vos, en este renglón o en algún sueño.

sábado, 15 de marzo de 2008

CUENTOS VARIOPINTOS: “La otra historia de la creación”

Despertaron súbitamente, como tocados por un rayo, o un impulso eléctrico. A su alrededor, la cueva oscura tenía una calidez confortable y pegajosa.

Una intensa bocanada de aire inundó violentamente sus pulmones, aumentando el desconcierto. Algo instintivo, primario, apareció por vez primera, algo que producía sordos golpes desbocados en el pecho, que dilataba sus pupilas, erizaba la piel. Conocieron el miedo.

Se observaron mutuamente, la curiosidad se acababa de convertir en el motor de la búsqueda evolutiva. Se reconocieron como hermanos en las semejanzas y repararon naturalmente en las diferencias. Adquirieron conciencia de vida, y de individualidad.

En un extremo de la cueva, una bruma blanquecina les indicaba el camino. Otra vez, la curiosidad y el miedo. Descubrieron que tomarse de las manos apagaba parcialmente los latidos desbocados, y empujaba sus cuerpos tambaleantes hacia la luz. Asi, conocieron el poder de la hermandad, indefectiblemente asociado al miedo a la soledad.

En el umbral de la cueva, el mundo exterior se presentó tan fascinante como peligroso. La luz enceguecía sus ojos y confundía sus mentes. Los latidos otra vez, más violentos que antes, casi dolorosos. Esta vez, las sudorosas manos apretadas y sus cuerpos muy pegados entre sí no lograban apagarlos. Sólo regresar a la profundidad de la cueva conseguía que se desvanecieran lentamente y que el aire volviera a entrar ordenadamente en sus cuerpos.

Pero el exterior era inexorablemente magnético. Instintivamente, comprendieron que la presencia del “otro”, no sería suficiente para enfrentar ese miedo, ni para calmar la curiosidad que los hiciera permanecer en la cueva. Había que salir, inevitablemente. Necesitaban algo más grande que ellos mismos para sentirse seguros.

Entonces, decidieron creer en Dios.


Wakapinka

martes, 4 de marzo de 2008

Delirio nocturno

Sí, ya sé, me colgué con este blog... En un rapto de sinceridad estoy pensando que tal vez no fue tan buena idea escribir historias que no tengo, con un talento del que carezco, para aburrirme a mí misma cuando sólo yo las lea...
Pero tampoco soy de las que se dejan vencer tan fácilmente, ehhhhhhhhh...bueh, sigamos.
Este blog iba a ser inteligente, divertido, agudo y original. Sin embargo, la otra noche me desperté masticando un par de delirios angustiosos, y mi pulsión de honestidad (no hay caso, a veces no puedo reprimirla) me obliga a escribirlos, para que me (y les) quede bien claro que no soy inteligente, ni divertida, ni aguda, ni original...
Pensé que en la vida real nada es como en las películas, ni como en las novelas. Uno no pasa por miles de peripecias ridículas y decepcionantes para encontrarse con el amor de su vida y ser felices para siempre, comenzando un minuto y medio antes de terminar la última escena. Uno transcurre apechugando cada una de cal, sólo para enfrentar la de arena que le sigue... Alguien me explica cuál es la buena?
En fin, si la película continuara, las perdices terminarían con los huesos pelados y sus comensales revoleándose los platos entre sí... (alguien pensó que yo era optimista?)
Mientras intentaba volver a pegar un ojo, estiré el brazo y acaricié a mi gata. En un acto reflejo tantas veces repetido, ella se reacomodó para seguir durmiendo apoyando la carita en mi mano y abrazando mi brazo con sus patas.
Sentí que merezco decirme a mí misma algunas cosas:
Me cansé de estar sola,
Me aburrí de hacer como que no me importa,
Extraño compartir con alguien el placer de desparramarse en la cama después de un largo día y ni pensar en el sexo
Pero:
No estoy dispuesta a ser la mujer maravilla para que alguien me quiera
No soy condescendiente, ni paciente, ni sexy full time, ni excesivamente comprensiva con las debilidades ajenas. Y no quiero empezar a serlo.
Estoy cansada de los juegos.
No tengo ganas de criar a nadie más que a un hijo.
Supongo que tengo demasiadas pretensiones para ser un buen partido...pero porqué conformarse con menos?
Después de un rato de escuchar roncar a mi gata, por fin me pude dormir.

domingo, 24 de febrero de 2008

"El tiempo pasa......."

Como decía Luca Prodan..."el tiempo pasa, nos vamos poniendo tecnos"... Y así es como termino abriendo un blog, casi únicamente por y para mí misma...Es así, el tiempo pasa y uno va comenzando a descontar aquellas cosas que se supone hay que hacer para ser un ser humano completo, feliz y realizado...Todo aquel rollo de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro... Como si fuera una "check list" antes de un viaje...
Es así como me descubro en menos cero en la cuenta y termino negociando conmigo misma algunas opciones más "económicas" para llevar a cabo....
Un árbol, en su verdadera acepción (planta perenne, de tronco leñoso, etc ), creo que nunca he plantado. Pero supongo que muchos arbustos, enredaderas y otras variedades de menor porte que un árbol también deben contar, incluyendo las orquídeas que cuido con una nada sana devoción, al decir de mis amigos. Así que el ítem del árbol: "checked".
El libro, la segunda cuestión. Recuerdo de niña haber escrito cuentos, y poesías de adolescente, pero en rigor a la honestidad, no creo que eso sume. Dudo que mi habilidad, mi constancia y mi talento lleven a buen puerto el mandato del desconocido creador de aquel adagio…
La opción “económica”: un blog. Maravillas de este mundo cibernético y globalizado. Espacio para plasmar delirios y otras yerbas, posibilidad de anonimato y obviamente…libertad. Justo lo que necesito, jugaré un poco con mis ideas y fantasearé con que alguien se divierte con ellas.
Del tercer “issue”, el hijo……ufff!! demasiado complicado para una primer entrada, veremos si me atrevo con el tema más adelante….
En fin, estos son mis delirios….BIENVENIDOS.

Wakapinka