sábado, 7 de junio de 2008

Avísenle a Calamaro!!

Crónicas Ballenianas
(reporte para la Comisión Internacional Ballenera)

Para la fecha estimada, la flota de Ballenas Francas Australes a mi cargo arribó a las costas de Puerto Madryn, en la Península de Valdéz.
Todo se desarrolla según lo previsto y nuestros whaleen-agers están dando rienda suelta a sus instintos reproductores. Salvo algunas escaramuzas entre machos alfa, ningún otro evento reportable. El krill argentino sigue tan sabroso y nutritivo como siempre, y los efectos de sus bien conocidos poderes afrodisíacos se verán el año próximo.
Nuestras hembras preñadas más precoces ya comenzaron a parir y esto es un alivio, porque algunas de ellas ya flotaban a duras penas. Los pequeños ballenatos están en plena etapa de lactancia y aprendizaje natatorio.
Sin embargo, un hecho inusual ha sido registrado por una avanzada de ballenas mientras realizaba su tarea exploratoria. Un extraño objeto fue avistado cerca de la costa argentina. Era una especie de burbuja gigante y translúcida, parecida a nada que hayamos visto antes. En su interior, se encontraba una criatura extraña, con algunas características de Humano, pero sin la piel negra reluciente y la trompa espiralada que conocemos. Tampoco tenía la burbuja dorsal con la que creemos que ellos respiran. Tenía unas algas negras en la cabeza, y las aletas de sus patas no parecían estar aún desarrolladas para nadar.
Al intentar acercarse, nuestro grupo fue espantado por un raro sonido proveniente de la burbuja y que parecía estar emitiendo la criatura, la cual se encontraba agitada y gesticulaba mucho.
Creemos que el hallazgo se trata de un Huevo de Humano, en fases tempranas de desarrollo o alguna nueva especie mutante emparentada con los Humanos que conocemos. Tal vez estaba abandonado y el sonido era un llamado desesperado a su madre.
Creemos que este descubrimiento es de gran importancia para la comunidad cientifica marina, ya nunca antes habían sido hallados indicios de la forma de reproducción de los Humanos.
Es evidente que, si este fuera el caso, hay especimenes de Humanos de porte muy superior a los que conocemos, capaces de poner huevos de semejante tamaño. Este es un hecho de preocupación, ya que, dado el comportamiento errático y depredador tan característico de los Humanos, la existencia de especímenes de grandes dimensiones, podría poner en serio peligro el equilibrio del ecosistema.
Firmado: FRANKA, la Ballena Austral

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