viernes, 27 de junio de 2008

Las distintas formas de la sinceridad II

Los seres humanos tenemos la mala costumbre de exponernos reiteradamente a la misma situación, que nos genera el mismo sentimiento y que, obviamente, deviene en el mismo Síntoma. A pesar de eso, somos conscientes que probablemente volvamos a reincidir algunas veces más antes de darnos por vencidos. Todo depende de nuestro umbral para el dolor, o de cuán tercos seamos. A simple vista, podría parecer que estoy hablando de un defecto (o varios: estupidez, tozudez, etc), aquello de tropezar dos veces con la misma piedra…
Sin embargo, creo que la diferencia está ahí, en ser conscientes en el preciso instante de estar ingresando otra vez al tobogán sin retorno. Si somos conscientes, y aún así lo elegimos, se convierte en un acto de fe, de confianza, de optimismo. Apostás todas tu fichas a que esta vez va a salir “tu número”. Y eso no está tan mal, che… Aunque después la bola caiga otra vez en el 13 (o en el 17…!)
Pero por lo menos así, la carátula cambia, y tal vez un estúpido optimista se divierte más que un estúpido a secas.
Escucho ofertas.

Wakapinka

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno....el tropezar otra vez con "la misma piedra" es un decir, siempre es distinta, la gran diferencia es que cada una de esas piedras dejan siempre algo positivo.
Solo es cuestión de mirar y ver que es lo que hace la diferencia..ensayo y error!...
Tal vez algun día ya no haya error! Muy bueno tu blog!

Anónimo dijo...

Bueno....el tropezar otra vez con "la misma piedra" es un decir, siempre es distinta, la gran diferencia es que cada una de esas piedras dejan siempre algo positivo.
Solo es cuestión de mirar y ver que es lo que hace la diferencia..ensayo y error!...
Tal vez algun día ya no haya error! Muy bueno tu blog!