martes, 7 de octubre de 2008

El romance del tulipán y la albahaca: Poesía barata

Como otros amores condenados,

el romance heterogéneo no prosperó

La albahaca entendió que el tulipán era un narciso,

y el cactus la consoló.

Me quiere mucho, poquito, nada...,

el tulipán se deshojó.

-Qué pretendían finalmente?

-Que cantara en el balcón?

-En una vida tulipana no se aprenden muchas cosas,

- Mi ADN sólo busca admiración.

Ella mira los brotes germinando alrededor

y se pregunta si serán sanos y fragantes,

y si tendrán color.

4 comentarios:

El gato vagabundo dijo...

Gracias por alegrarme la mañana...

Wakapinka dijo...

dónde anda, Gato?

Anónimo dijo...

Está "raro" este post... como partido, roto, en pedazos. No sé, percepción loca capaz.
Me gusta que la albahaca mire para otro lado!

Me retumban las frases cuando lo leo...

"amores condenados"
"romance heterogéneo"
"la consoló"

"y si tendrán color"... color verde albahaca? o color tulipán? o ambos?

Con aroma a sandía se lee distinto...:D

Beso!

Wakapinka dijo...

Mae, sí, partido, roto, en pedazos, como el corazón de la albahaca, o de los alcauciles, no sé...
Eso le pasa por enamorarse de uno con crisis de identidad: era un tulipán que se creía narciso y se terminó deshojando como una margarita...
Pero es joven, ya va a aprender que las espinas de los cactus también sirven para cuidar a las tontolonas albahacas enamorabundas
jaja