lunes, 24 de noviembre de 2008

La tostada de la felicidad

No sé escribir sin dolor, sin preguntas, sin melancolía, sin cuestionamientos.
No sé como escribir el disfrute, el gozo, la tranquilidad, la diversión, ese estado "liviano" del alma que por suerte, hoy me invade. No sé como escribir el optimismo, ni la sonrisa autónoma en mi cara.
Por ahora, sólo tengo una imagen(poco poética):

Me siento como una rodaja de pan lactal recién sacada de la tostadora.

(por si no se entiende, lo que es muy problable, el aroma de una tostada bien hecha es augurio de un muy buen día, aún cuando yo ni siquiera desayuno)

Y estoy dispuesta a hincarle el diente.

W

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese es el estado al que todos queremos lograr! me alegra mucho que te esté pasando, pero acordate siempre que para mantener una buena salud, se DESAYUNA TODOS LOS DIAS!jejejeje lo mejor es tener los dientes bien afilados!
Beso grande AMIGA!

Wakapinka dijo...

uhhhhhhhhh... no sabés como tengo los colmillos de largos... jaja

Anónimo dijo...

O estoy kunfundida, o no entiendo de tostadas. Parece que la tostada es un montón de cosas.

-sos vos, porque te sentís como todasta
-olés a tostada.
-le querés hincar el diente.
esto último me suena a que te querés morder vos misma. Pero no, porque no desayunás. (o capaz que ahora si...)
Para mi que olés a tostada porque se pega el aroma, es contagioso. Y la tostada es otra cosa. Es lo que se comparte. Y está barbaro que huelas a "compartir"

Beso!