Ayer me colgué en una mega-librería... Entré para chusmear un poquito y salí 2 horas y media más tarde. Tenía uno de esos espacios donde te podés sentar a leer o a hojear los libros, buena música, bastante silencio... Un buen combo.
Como siempre me pasa en esos lugares, me pongo a mirar libros de fotografía que nunca me voy a comprar (por el precio, principalmente). También suelo leer páginas aisladas de libros que tengo agendados para más adelante (una vez que termine los doscientos cincuenta que tengo en cola), o me fascino con alguno nuevo que descubro y no puedo evitar comprar.
Pero ayer flasheé con un libro de fotos, todas blanco y negro, de gente en distintos lugares del mundo con cierto misticismo (la India, el Tíbet, poblaciones originarias americanas, etc). Se llama "One Prayer" (cuando me acuerde el autor, lo anoto). Pero lo que más me impactó fue la frase del prólogo:
Como siempre me pasa en esos lugares, me pongo a mirar libros de fotografía que nunca me voy a comprar (por el precio, principalmente). También suelo leer páginas aisladas de libros que tengo agendados para más adelante (una vez que termine los doscientos cincuenta que tengo en cola), o me fascino con alguno nuevo que descubro y no puedo evitar comprar.
Pero ayer flasheé con un libro de fotos, todas blanco y negro, de gente en distintos lugares del mundo con cierto misticismo (la India, el Tíbet, poblaciones originarias americanas, etc). Se llama "One Prayer" (cuando me acuerde el autor, lo anoto). Pero lo que más me impactó fue la frase del prólogo:
"Mirar, Señor, es mi oración..."
Supongo que a veces nuestra actividad en la vida es el principio mismo de nuestra existencia. Otras veces, la razón de nuestra existencia se vale de nuestra actividad, para alcanzar algo más grande... Pero es sólo mi verdad (y en este momento), cada uno encontrará la suya.
Wakapinka
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