domingo, 14 de septiembre de 2008

El romance del tulipán y la albahaca


En mi ventana, el tulipán y la albahaca, tienen un affair.
Él llegó hace unos días, erguido, sofisticado, insolentemente rojo. Dispuesto a ser el rey de la ventana.
Ella ya estaba ahí, humilde, fresca, aromática, adolescente.
Empezó a mirarlo desde abajo, de reojo, atravesada por su atrevida belleza.
A los pocos días, cuando dejó de sentirse importante, él descubrió la fragancia hogareña y servicial de la albahaca.
Ignoró al cactus que los separa, y ahora la seduce con historias de savia apasionada, mientras ella madura sus verdes aromas penetrantes.
Saben que es un romance de estación, que durará sólo hasta que el verano porteño lo abrase a él y yo la deshoje a ella en mi plato.
Mientras tanto, conviven unidos en fotosíntesis, a partir del mismo sol, el mismo agua y el mismo aire.
Por ahora, orgullosa mi ventana, luce tulipán sonrojado y perfume de albahaca enamorada.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

"cuando dejó de sentirse importante, él descubrió la fragancia hogareña y servicial de la albahaca."
Eso fue lo que más me gustó, que el tulipán dejo su narciso de lado.
Y sacá a ese cactus-perejíl del medio, que no tienen mucho tiempo de aromas mezclados.
No me da mucho el cerebro hoy, la fiebre no me lo permite analizar. Pero para mi que este post, dice mas de lo que dice...
Casi como si contara otra historia, que nada tiene que ver con tulipanes y albahacas, pero si con romances de estación.
Es así? O ya deliro?
;)

Beso Waka!

Anónimo dijo...

Hola de nuevo.
Hoy, apremiado por la cuenta regresiva del tiempo y luchando contra cierto desgano, me siento como "entre la espada y el monitor", intentando terminar el material para una clase que debo dar mañana. Ergo, me obligaré a ser hiperbreve.
Precioso.
Mis felicitaciones también por "Paciencia", "Reporte del clima" y "Lo que soy" ya que, pese a una puntual lectura, no dejé comentario en las respectivas ocasiones.
Espero sigas por aquí, para poder encontrarte siempre.
Gracias, saludos.

Wakapinka dijo...

Mae,
Me encantó "el tulipán dejó su narciso de lado"... Cómo no se me ocurrió!!! jaja
Ta bien... ya les saco el cactus del medio, pero lo dejo cerquita del tulipán, con el encargo de pincharlo sin piedad si me hace sufrir a la albahaca.
Dice más de lo que dice? jajaja ufa, mae! no dejás pasar una, che...
Eso sí, de adolescente, nada, de hogareña y servicial, espero que tampoco (de hecho, puajj) jaja
Siempre un placer que me piques los sesos...
Beso

Seahorse,
qué bueno que sacó el cuerpo de ese lugar incómodo entre espada y monitor, y disfrutó un rato del perfume a albahaca.
Vaya tranquilo, nomás. No tengo previsto irme a ninguna parte por el momento.

maru dijo...

Vos creés que si pongo mi tulipán y mi albahaca más cerca pueden también enamorarse??

Beso

Wakapinka dijo...

ramera (te digo así?),
yo creo que, de tan opuestos, hacen linda pareja. Puede funcionar, siempre y cuando tu tulipán no sea muy engreído...
Si no, los mandamos a hacer terapia de pareja con Mae!
Beso

El gato vagabundo dijo...

Mi albahaca se seco esperando romances tormentosos. Pasaron algunos romeros atorrantes, algun que otro cafeto sexopata, muchos helechos, diversos en su estirpe, que prometieron abundancia y se fueron en brotes secos...

Y la albahaca esperaba. Paciente. Espero. Y se canso.

Cuando la albahaca dejo de perfumar mi jardin, aparecio un naranjo. Y por las tardes, mientras lo riego, lloramos juntos, por la crueldad de los tiempos a destiempo, por la coexistencia que no fue tal. Por el romance que nunca pudo ser.
Lloras tu, lloro yo, y el cielo tambien.

Wakapinka dijo...

y el naranjo encontró novia? porque si no, me parece que el jardinero es yeta...
;-)
Beso Felino

El gato vagabundo dijo...

No. Supo que anda Monica Naranjo por ahi dando vueltas, y tiene unas ilusiones tremendas de casarse con una de su especie.

El jardinero es yeta por antonomasia... lo cual vendria a explicar muchas cosas. Ya vendran riegos mejores.