"... El patito feo va de un lado para otro en busca de un lugar donde descansar. Aunque el instinto que nos indica adónde tenemos que ir no esté plenamente desarrollado, el instinto que nos induce a seguir vagando hasta encontrar lo que necesitamos se mantiene intacto. No obstante, en el síndrome del patito feo hay a veces una especie de patología. Uno sigue llamando a las puertas que no debe, a pesar de constarle que no tendría que hacerlo. Cuesta imaginar que una persona pueda saber qué puertas son las equivocadas cuando nunca ha sabido lo que era una puerta apropiada. Sin embargo, las puertas equivocadas son las causantes de que una persona se vuelva a sentir una vez más una proscrita.
Esta "búsqueda del amor en todos los lugares equivocados" es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida -repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad- para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
Es algo así como aplicarse una ridícula medicina en la nariz cuando uno se ha hecho un corte en el brazo. Las distintas mujeres eligen distintas clases de "medicinas equivocadas". Algunas eligen las que son visiblemente equivocadas como las malas compañías o los vicios Y caprichos perjudiciales o nocivos para el alma, cosas que primero elevan a la mujer y después la derriban al suelo en menos de lo que canta un gallo..."
Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés
Esta "búsqueda del amor en todos los lugares equivocados" es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida -repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad- para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
Es algo así como aplicarse una ridícula medicina en la nariz cuando uno se ha hecho un corte en el brazo. Las distintas mujeres eligen distintas clases de "medicinas equivocadas". Algunas eligen las que son visiblemente equivocadas como las malas compañías o los vicios Y caprichos perjudiciales o nocivos para el alma, cosas que primero elevan a la mujer y después la derriban al suelo en menos de lo que canta un gallo..."
Extraído de "Mujeres que corren con los lobos", de Clarissa Pinkola Estés
1 comentario:
"Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida -repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad- para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial"
Esta Clarissa cada vez me sorprende más...
Ahí vamos, a la herida inicial. Así nos damos cuenta cuál es y no la repetimos. Y nos damos cuenta de por qué la repetimos.
Y ahí está lo distinto de lo que hablaba... si es distinto, deja de ser imposible.
Pero no te impacientes eh... tiempo al tiempo (si, no existe, ya sé, pero cómo lo digo sino?)
Beso!
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